“El librero de París y la princesa rusa”, escrita por Mary Ann Clark Bremer, publicada por Periférica, en el 2014, en España, es una novela corta ambientada en el París de los años 60. La obra narra el encuentro entre dos personajes ya maduros: una princesa rusa exiliada y un refinado librero del Marais, el histórico barrio judío de la ciudad. A través de una prosa exquisita y evocadora, la autora juega con los límites entre ficción y realidad, sumergiendo al lector en una atmósfera impregnada de nostalgia, amor por los libros y belleza atemporal.
La trama gira en torno a la relación entre la princesa rusa, una noble apartada de su familia y su país de origen, y el librero, cuya pasión por los libros antiguos rivaliza con la de la propia princesa. Ninguno de los dos es joven, pero su amor por la literatura y los recuerdos les une en una complicidad especial. El París de posguerra, cosmopolita y melancólico, sirve como telón de fondo a este encuentro entre dos almas solitarias que buscan sentido y compañía a través de los libros.
Uno de los aspectos más destacados de la novela es la ambigüedad entre lo real y lo ficticio. Bremer construye una narración tan vívida y personal que el lector duda constantemente si está ante un fragmento de la vida real de la autora o una creación literaria. Sin embargo, la obra trasciende esta duda: lo importante no es la veracidad factual, sino la "verdad" emocional y estética que impregna cada página. La autora logra así que la experiencia de la lectura sea una vivencia atemporal, donde pasado y presente confluyen de manera natural.
El fragmento citado de la novela muestra la riqueza de las conversaciones entre la narradora y la princesa, que giran en torno a temas tan variados como la literatura, la política y la belleza. El momento en que el librero entra en el restaurante, con "un pequeño paquete en las manos", marca un punto de inflexión en la historia, anunciando la inminente desaparición de la princesa y subrayando el carácter efímero de los encuentros y de la propia vida.
Por encima de todo, El librero de París y la princesa rusa es una declaración de amor al misterio, a la belleza y a la literatura. La novela invita al lector a dejarse llevar por la sensibilidad de sus protagonistas, a apreciar los pequeños detalles y a aceptar el misterio inherente a las relaciones humanas y a la existencia. La belleza, sea física, intelectual o espiritual, se convierte en un refugio frente a la soledad y el paso del tiempo.
Esta novela breve de Mary Ann Clark Bremer es una delicada joya literaria que seduce por la sutileza de su prosa y la hondura de sus temas. A través de sus páginas, el lector se ve transportado a un París evocador, donde los libros, la memoria y el amor por la belleza configuran una historia que, aunque breve, deja una huella profunda y duradera. La brevedad es precisamente el fondo de pensamiento de esta novela.
La prensa llenó de elogios a esta obra:
«Este libro es una joya, un prodigio de delicadeza, inteligencia y belleza al servicio de una sutil, misteriosa y diferente historia de amor»: Manuel Hidalgo, El Cultural
«Ahora que los libros y los libreros corren peligro de extinción, reconforta disfrutar de la delicada prosa poética de Mary Ann Bremer y sentir su veneración por los libros y la pleitesía que rinde a la belleza»: Elena Méndez, La Voz de Galicia
«No se entiende que una autora que domina el lenguaje de una manera magistral, espléndida, con una riqueza no sólo de vocabulario sino también de construcción, que transforma la lectura en un placer, haya pasado desapercibida hasta ahora.» Antonio Bordón, La Provincia
«Una historia deliciosa, delicada, sofisticada, melancólica, pero también feliz»: Roberto Ruiz de Huydobro, Córdoba.
Foro