Estados Unidos suspendió todas las decisiones sobre solicitudes de asilo después del tiroteo del miércoles cerca de la Casa Blanca que dejó a una especialista de la Guardia Nacional muerta y a un sargento en estado crítico, informaron el viernes autoridades federales.
El director del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), Joseph Edlow, dijo que la orden permanecerá vigente “hasta que podamos garantizar que cada extranjero sea examinado y revisado al máximo grado posible”.
La pausa implica que USCIS no aprobará, rechazará ni cerrará solicitudes de asilo de ninguna nacionalidad, aunque su personal podrá continuar procesando casos hasta el punto final previo a la decisión.
Un tiroteo que desató una cadena de restricciones
La suspensión se produce tras el ataque armado en el que murió la especialista Sarah Beckstrom, de 20 años, y resultó gravemente herido el sargento Andrew Wolfe, de 24, ambos desplegados por la Guardia Nacional de Virginia Occidental como parte de una misión federal de seguridad en la capital.
El presunto atacante, Rahmanullah Lakanwal, un ciudadano afgano de 29 años, enfrenta cargos que incluyen asesinato en primer grado, , entre otros cargos.
Medidas migratorias más amplias tras el ataque
La administración del presidente Donald Trump había suspendido inicialmente la emisión de visas para portadores de pasaportes afganos y las solicitudes de inmigración de afganos en trámite, antes de extender las medidas a todos los procesos de asilo.
El jueves, USCIS anunció además que volvería a examinar tarjetas de residencia otorgadas a migrantes provenientes de 19 países, citando una proclamación presidencial de junio que incluía a Afganistán, Cuba, Haití, Irán, Somalia y Venezuela.
Trump también declaró que pondría “fin a todos los beneficios y subsidios federales para los no ciudadanos”.
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